Stillspotting Staten Island: Una Telettrofono Experiencia Urbana en Nueva York

Lo escuché en la telettrofono, ¿es cierto? ¿Sirenas en Nueva York frente a la costa de Staten Island?

Seducidos por sirenas, el telettrofono de Antonio Meucci, y la idea de finalmente hacer el viaje a Staten Island el pasado Sábado 14 de Julio provoco que me subera al tren 1 hacia South Ferry y atravesar el viaje en el ferry de Staten Island (gratis) para ser parte de la experiencia del Stillspotting Guggenheim Telettrofono. Como neoyorquino había oído hablar de instalaciobes anteriores del Guggenheim Lab Stillspotting en Brooklyn, Manhattan, Queens, pero que finalmente no logre experimentarlas. Ahora, después de ir en el paseo del sonido en Staten Island siento un poco de arrepentimiento moral que refleja el hecho de no haber ido a los demás.

Nunca antes había estado en un paseo de sonido en realidad. Ni siquiera sabía que existirá tal expresión artística, pero ahora si lo se. El paseo te transporta a una cuento de hadas que entrelaza la vida real de Antonio Meucci – el hombre acreditado por muchos como el inventor  del primer teléfono – con una cautivante fascinación para el sonido, las sirenas y las invenciones. El paseo guiado y su narrativa están basados en el descubrimiento, ya que están a punto de ser cautivados. Para canalizar el espíritu inventor de Meucci, al artista sonoro Justin Bennett y a la poeta Matthea Harvey se crea el rumor de que la esposa de Meucci es una sirena que abandona su hogar acuático por la tierra a causa de su amor por los sonidos humanos y de la ciudad. Como parte del realismo mágico propio del paseo, me transporte a una serie de lugares aquietados que formaban parte de la vida de Antonio y su esposa Esterre en Staten Island. La aventura frente al mar me llevó a tesoros como el piano de piedra, montañas de sal, casas históricas, murales patrióticos, y a un parque escondido en la parte superior de una escalera pública y el Teatro St. George.

El concepto del paseo de sonido tuvo mucho sentido mientras estaba sentado en la tranquilidad de Staten Island (bueno, al menos en comparación con su otra isla hermana) donde escuché los sonidos de la gira de “Manhattan”. Esas ondas sonoras que son ‘tan’ Manhattan – el ritmo rápido de las multitudes y recorriendo las calles con telón de fondo de las ambulancias, camiones de bomberos, teléfonos, neoyorquinos hablando todos a la vez, etc – se han convertido en algo muy familiar para mis oídos y por un momento pensé que estaba de nuevo en la otra isla, pero no, sólo era la genialidad de Justin Bennett con sonidos de la ciudad en el juego.

Bennett y Harvey brillantemente compusieron la historia para permitir tener el tiempo suficiente en el disfrutar de los sitios y reflexionar sobre el entorno único y sobre la vida de Antonio y Esterra en Staten Island. Incluso incluyeron una discreta metáfora, pero inteligente para generar tensiones socioeconómicas al pasar frente a proyectos de vivienda.

Esta es sin duda una aventura que merece el viaje a Staten Island. Te lleva a otro tiempo y mientras que a veces las dulces palabras de Matthea y los sonidos de Justin pueden dar una connotación romántica a las cosas cotidianas como el teléfono, el amor, las velas, y las patentes, también te genera una sensación de suspenso, revelando momentos trágicos en la vida de Meucci que exponen esa verdad áspera y resultados posibles de la avaricia corporativa y el retiro.


Traducción por Carolina Galvagni