¿Es posible que el alfabeto pueda promover la participación cívica en ciudades? Bueno, esto es la intención de Look At Your City’s última iniciativa, llamado Alphabet Cities, que empezó hace unos meses en Génova, Italia.
La gente parece estar obsesionada con listas. Es más, la página web más popular del mundo – Google – es esencialmente un santuario de listas, y mucho de los blogs más popular en el mundo también son listas de cosas. Planteando las cuestiones de esta manera les da la coherencia necesaria para entenderlos. Por lo tanto, si la organización y la clarificación de nuestro pensar sigue siendo la base para las listas, ¿son mapas de las ciudades listas también? Esta es la herramienta más común para transitar en las ciudades. Sin embargo, ¿podrían mapas con menos enfoque linear dar una nueva perspectiva que quizás normalmente se pasa por alto?
En Italia, hay un dicho que dice “cambio de A a Z”, que significa un cambio completo. ¿Usando esto como el punto de salida hace posible repensar una ciudad a través del alfabeto? Durante dos días, la iniciativa AZ Genova atentó justamente esto en la ciudad Italiana de Génova. El alfabeto también es una lista, y aunque no es numérico, trasplantado a un contexto urbano se convierte en un mapa.
La intención de AZ Génova era responder al contexto de una ciudad enfrentando una crisis a través de usar recursos mínimos y una actitud bricolaje. Cada letra del alfabeto se usó para representar un tema que afecta a la ciudad, y en cada uno de estos, una interacción efímera se creó. Estas experiencias momentáneas tenían la intención de iniciar un repensamiento de los temas que existían. Creando esto en una ciudad italiana en crisis que se encuentra atrapado entre la nostalgia del pasado y la desesperación del futuro, se esperaba traer a la gente al presente para re-examinar la idea de que los problemas son inevitables.
Si la interpretación de la gente da forma a su realidad, entonces cambiando la percepción puede promover cambio. Y Génova es un buen lugar para empezar ya que su historia está llena de ejemplos de cómo funciona esto en la práctica. Cuando la ciudad-estado era una fuerza marítima en el siglo XII, la flota inglesa buscaba asegurar un paso seguro en el Mediterráneo por medio de adoptar la bandera de Génova – La Cruz de San Jorge – a cambio de un pago periódico de la monarquía del Dogo, el gobernante de la ciudad. Un cambio de imagen bastante superficial, transformó la percepción de los ingleses, y al fin hasta alteró la forma en la que los otros interactuaban con su flota.
Esta forma de pensar se aplicó a la Génova de hoy. Los palazzi de la ciudad, encarnan un pasado admirable que contrasta drásticamente con la disfunción del ambiente social y construido en el presente. Es esta relación entre nostalgia y la percepción de un futuro deterioro que se ha convertido en el eje central de la identidad Genovesa. Modificando las interfazes en el que se experiencia los problemas de ciudad, un nuevo valor intangible puede ser establecido, y esto podría provocar el cambio.
Cuando un lugar de estacionamiento se convierte temporalmente en un pop-up parque, o bienes públicos abandonados como un paso subterráneo peatonal te dice “úsame”, se crea un mecanismo instantáneo de reacción. Esto no es común en al ambiente construido, y es probable que transeúntes se atraen a la cuestión, al menos momentáneamente. Usando el alfabeto para formar estos tipos de iniciativas es un método simple y relacionable que refleja la actitud bricolaje de cada método, pero también puede instituir un dialogo fuerte, a largo plazo en el futuro. En países desde Senegal hasta Eslovenia ya han hablado de alphabet cities; ¿tienes un alfabeto nuevo para tu ciudad?