Desastres: ¡Sin soluciones rápidas no hay dinero!

Uno no puede evitar sentirse un poco desconcertado con la noticia de una nueva catástrofe global , nuevamente en la radio, la televisión y redes sociales se repiten las frases ‘el mas grande’, ‘el peor’, ‘ el mas mortífero ‘. Filipinas está luchando las consecuencias inmediatas de el mayor tifón que llega a la tierra en el mundo registrado, y atrayendo la atención internacional que este hecho merece . Esta vez conservo la esperanza de que con la asistencia internacional también vengan propuestas concretas para un futuro sustentable y a largo plazo.

Sin embargo mi desconcierto persiste debido a que el lugar escenario de otro ‘mas grande’, ‘ peor ‘, ‘ mortífero ‘, de hace 4 años atrás, sigue siendo una zona de desastre. El monstruoso terremoto de Haití puede que no haya sido el más fuerte en la historia del mundo registrado, pero hasta el momento si el desastre natural más mortífero en una zona tan densa como es el Haití urbano. ¿Qué fallo y que puede hacerse mejor en Filipinas?

Han habido algunos ejemplos notables de buena reconstrucción después del terremoto. Pero estos has sido claramente la excepción a la regla. De los 9,3 millones de dólares prometidos a Haití , la mayoría nunca llegaron allí, y los que llegaron no han sido invertidos en proyectos de reconstrucción permanentes.

Los usos más comunes de los fondos de la ayuda internacional incluyen estructuras temporales y refugios de emergencia que en muchos casos han redefinido y empeorado la infraestructura de una ciudad ya mal planificada. La respuesta general ha sido enfocada en la satisfacción de las necesidades básicas que se ajusten a los limites del presupuesto de donantes internacionales, a la capacidad de gestión de los proyectos y a los plazos determinados. Una reconstrucción permanente y sostenible raramente podría ajustarse a estas limitantes. Por lo tanto, organizaciones que le apuestan a la reconstrucción planificada y de manera correcta se encuentran con frecuencia sin los fondos suficientes para continuar después de haber alcanzado los plazos limites. Y Haití sigue, como tantos otros lugares , atrapada en un ciclo de vulnerabilidad a los desastres –  de manera económica , social y ambiental.

Nuestro sitio es un buen caso de estudio para este fenómeno – a pesar de los muchos esfuerzos para resistir este efecto de parte de sus excepcionalmente dedicadas administradoras, las Hermanas de San José de Cluny. Mientras que las carpas y los baños temporales llegaron a tiempo para asegurar el retorno a las escuelas algunos días después del desastre, el único apoyo a largo plazo que las hermanas recibieron fueron trabajos de demolición aquí, y algunas albergues  allá. Thinking Development surgió del vacío existente en el apoyo a la planificación del desarrollo sustentable.

Cuando comenzamos, parecía obvio que nuestro proyecto seria un buen candidato para los miles de millones destinados a la reconstrucción permanente pues ante todo era un proyecto que restablecía un servicio básico esencial: la educación. La escuela St Rosalie Javouhey era una de las escuelas más grandes en Puerto Príncipe, que ofrecía acceso a la educación a las niñas más desfavorecidas de la ciudad. Las hermanas tenía la experiencia, eran administradoras honestas , y muy importante: tenían acceso al terreno para construir- un bien muy escaso en Haití después del desastre.

Sin embargo , incluso 6 meses después del desastre , los únicos temas que las hermanas podrían discutir con los organismos de asistencia era del tipo ‘¿cuántos albergues necesitas? ‘ o  ‘tengo este albergue de 1 planta disponible, lo toma o lo deja’. Como proveedoras de servicios de Haití , ante esta situación era muy difícil rechazar este tipo de soluciones cuando la otra alternativa era quedarse en carpas. Esta, definitivamente no puede ser la posición, en la que personas que sufren el devastador efecto de un desastre, deberían encontrarse.

Después de algunos meses tratando de encontrar la manera de reconstruir la escuela con los recursos necesarios y sin mucho éxito, decidimos hacerlo nosotros mismos.

Ahora hemos lanzado una campaña ‘crowdfunding’ #ThinkingGirls para recoger la base de financiación total que necesitamos para sacar adelante este proyecto. Si usted es de los que comparte nuestra visión de desarrollo sustentable como repuesta después del desastre, por favor visite la pagina, piense, compártalo y done lo que pueda. Este es un proyecto que tiene que pasar.


Por Linda O’Halloran directora de Thinking Development