Innovación, Capacidad y Educación en los Centros Urbanos

Innovación es una palabra que usualmente escuchamos en estos días, sea en el mundo tecnológico o en salas de reuniones en la oficina. Es algo que la mayoría de las compañías, gobiernos, e individuos quieren lograr pero es usualmente mal entendido y mal interpretado. En algunos casos, es asociado con la creatividad, el pensamiento espontaneo y el pensamiento lateral. Sin embargo, así como “This Big City ” aprendió durante la Financial Times Citi Ingenuity Awards, la innovación puede plantearse desde el pensamiento sistemático y programas estructurados que crean espacios para individuos con ese tipo de pensamiento para prosperar.

Básicamente, la innovación se convierte en ofrecer acceso a personas de cualquier condición social para desarrollarse al máximo. Esos espacios son, como lo pone el Sr. Michael Barber, asesor principal educativo en Pearson, la metrópolis del Siglo XXI. No solo las ciudades están listas para llegar a ser escenario en donde más de 75% de humanos vivirá en el siglo que viene, sino también están llegando a ser centros por excelencia para gente alrededor del mundo para experimentar e innovar en casi cualquier campo.

Sin embargo, las ciudades son diversas y no todas atraen a las mismas personas. Mientras Londres es una ciudad dinámica con una economía mixta, Lagos es una megalópolis con una economía directa hacia la industria del petróleo. Ambas ciudades son magnetos de inmigración, pero son diferenciadas por la infraestructura que proporcionan, sea el transporte, la educación, espíritu empresarial, etc. Los deja a años de diferencia. Por estas razones, no todas las ciudades disfrutan de las mismas condiciones para producir los ambientes para que prospere la innovación.

Por esta razón, el enfoque se dirige hacia la creación de  líderes cuyas ambiciones son hablar exactamente a esas cuestiones. En este caso, Londres y Lagos igualmente tienen que abordar el mismo tema: como mejorar los espacios para la innovación. El liderazgo viene del aprendizaje de cómo leer el resultado económico, midiendo los centros cambiantes del empuje gravitacional económico y siendo capaz de aprender de otros a fin de evitar repetir los errores.

Los líderes globales actúan sobre todos las esferas de la sociedad de la comunidad local, a lo distrital, regional e internacional. Al Financial Times City Ingenuity Awards, Barber ofreció una fórmula de cómo crear innovadores sociales con ambiciones globales:

Bien Educados= E (C+P+L)

Esta ecuación sugiere que los líderes mundiales deben ser bien educados, con gran Conocimiento de las cosas que les rodean. Ellos necesitan un conocimiento de cómo las zonas que ellos quieren para influir están desarrollando , y la capacidad de Pensar críticamente cuando se presentan los problemas. Deben estar dispuestos a compartir ideas y reflexionar sobre conclusiones. Deben  tener un Liderazgo en el que influyen en los niveles macro, meso y micro y estar al tanto de estas escalas diferentes al mismo tiempo.

Todas estas variables se suman a la grande, punto clave para cualquier líder: tienen que estar en contacto con los valores éticos de la sociedad, y tiene que haber un elemento ético para la toma de decisiones en todo momento.

Si los líderes de las ciudades deben tener un sentido agudo de  responsabilidad hacia la sociedad donde el progreso está impulsado por la innovación, ¿cómo plantar las semillas para que la innovación sistemática suceda? La respuesta está en la educación.

La educación ha estado en el centro de todas las agendas de gobierno en los últimos años, sin embargo (y tristemente) Occidente ha visto grandes cortes en sus sistemas educativos, que como resultado está socavando  su competitividad, contrario al auge de las naciones asiáticas  cuya prioridad en las últimas tres décadas ha sido una fuerte inversión en educación en todos los sectores sociales. No es de sorprender, cuando se comparan los datos internacionales, los estudiantes asiáticos se están incrementando rápidamente y dejando fuera de la clasificación a sus homólogos occidentales. Esto no es una amenaza, sino como dijo uno de los panelistas, una oportunidad para aprender de los programas educativos exitosos  que están teniendo lugar en el Este.

Sin embargo, la comparación de los sistemas puede ser tramposa. Michael Mercieca, CEO de “Young Enterprise”, señaló que como el Oriente se está desarrollando, sus estructuras ofrecen más espacio de maniobra. El Occidente, en cambio, tiene un sistema sólido y riguroso, donde la introducción de reformas puede ser lenta, contraproducente y, en algunos casos, frustrante.

Por lo tanto, para lograr programas que crean innovadores de una manera sistemática y continua, es necesario que haya sistemas completos de innovación, donde el sistema tiene que ser repensado, colocado de nuevo con nuevas estrategias creadas. Estas estrategias deben ser complementarias, permitiendo nuevas formas de ser mezclado con los enfoques tradicionales.

Por otra parte, se puede aprender mucho de los programas que tienen lugar en otras partes del mundo. En Jordania, Soraya Salti, Vicepresidente Senior de Mena,” INJAZ,” ha diseñado programas para mejorar la capacidad empresarial y la innovación para las comunidades de bajos ingresos mediante la formación de alianzas estratégicas público-privadas (APP), donde el financiamiento proviene principalmente del sector privado, las plataformas son proporcionados por el gobierno y la ejecución por  individuo. Dichos programas están presionando para que haya una reforma en el sistema educativo de Jordania, hacia una  innovación integral y sistémica produciendo comunidades capaces de crecer de manera sostenible.

La tecnología es un factor poderoso, aunque  los practicantes siguen divididos sobre cómo utilizarlo en entornos educativos. Como Mark Cheng, director de Ashoka España, refleja, puede ser un potenciador así como un obstáculo. Así, la tecnología puede mejorar la capacidad de los sistemas educativos sólo si se aproximan inclusivamente  a los diferentes sectores de la sociedad y en los que puede estar al alcance de toda la comunidad. Si no es así, la tecnología también puede marginar a comunidades de bajos ingresos.

La tecnología tiene la capacidad de mejorar los sistemas educativos si están abiertos, dinámicos e involucran colaboraciones multi-direccionales con otros organismos, naciones e instituciones. Para que esto suceda, los líderes bien educados con una sed para crear ciudadanos más ingeniosos que pueden proponer y producir ideas son una necesidad. Como resultado de ello, pueden nacer espacios que sirven como incubadoras y las ciudades convertirse en centros de innovación, involucrando a los ciudadanos con un sentido de responsabilidad hacia su comunidad y sentar las bases para la construcción de comunidades fuertes y sostenibles.

Como Bruno Lanvin,Director ejecutivo en ISEAD”dice:Hay  que TEACH”(Enseñar en Castellano)!

T=Aprender a leer las tendencias alrededor del mundo

E=Educar, desarrollar proyectos, crear hacedores y allanar el camino para una mejor vida para las generaciones futuras

A=Aplicar innovación,sea sistemática, a pequeña escala o implementando nuevas tecnologías

C=Las ciudades como concentradores para que tengan lugar todas estas condiciones

H=Mantener la esperanza en todo momento que conduzca hacia mejores  comunidades.


Image via poptech