Alrededor del mundo, países y regiones son asociados con elementos profundamente arraigados en el psique de la sociedad. Las ciudades son ejemplos claros de esto, ya que frecuentemente son asociadas con un símbolo, elemento, acontecimiento, etc. Por ejemplo, Poitiers es el lugar donde se detuvo el avance musulmán en siglo VIII y no la ciudad moderna en el centro de Francia, Rio de Janeiro es la Samba y el Carnaval, no la ciudad azotada por graves problemas sociales y el crimen, y así podríamos seguir con la lista.
Sin embargo, debido a razones culturales, geográficas y sociales algunos lugares son menos conocidos, como ocurre con Irán. Tras la revolución de 1979 y tres decadas de abrirle las puertas al mundo, Irna se cerró a cal y canto, y desde entonces se ha envuelto en un halo de misterio y es observado desde el occidente con recelo. Hoy en día es difícil imaginar lo que ocurre dentro de las ciudades de la república islámica y aún más desafiante, es identificar algún elemento que describa a su mayor urbe o algo con la que la podamos asociar. Para occidente Irán es un lugar del Islam, del misterio y de la revolución.
No obstante, la Ciudad Persa es mucho más que eso, se erige sobre más de dos milenios de asentamientos urbanos, de imaginación, literatura y ciencia y sobre el nacimiento y caída de grandes civilizaciones. Desde la Pesépolis de Darío el Grande a la majestuosa Plaza Naqsh-e Jahan de Isfahan, que fue una vez la ciudad más grande de la Tierra, la Ciudad Persa no sólo alberga una abundancia de elementos que haría ensombrecer la relevancia histórica y cultural de cualquier otra, sino que sirve como un claro ejemplo de las ciudades que ha sido habitadas durante siglos por sociedades que fueron capaces de reconstruirlas, re-imaginarlas y redefinirlas. Esto no es algo que deba ser tomado a la ligera: Las ciudades iraníes están entre los lugares habitados de manera mas prolongada en el tiempo de la Tierra. El hecho de su permanencia es un logro excepcional, y tiene un vasto significado para las comunidades locales, su identidad y como se relacionan con el entorno urbano.
La moderna Ciudad Persa es una mezcla de lo viejo lo nuevo y lo olvidado. Es un lugar donde el desarrollo moderno coquetea con elementos del pasado, afronta los problemas ambientales y juega un papel dinamizador en el futuro de las comunidades y los ciudadanos. En palabras de un urbanista iraní:
“Las ciudades persas no pueden ser descritos como lugares estáticos, siempre están en movimiento, tienen que estar en movimiento, no como necesidad, sino que está en su naturaleza desde hace dos mil años.”
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This Big City y Urban Change in Iran cubrirán el evento a través de Twitter. Síguenos durante los días 8 y 9 de noviembre.
